Cómo afectan las emociones a nuestra espalda
¿Cómo afectan las emociones a nuestra espalda? Las malas posturas, así como el desgaste óseo y articular pueden derivar en dolor de espalda pero nuestras emociones también pueden ser causa de dolores en esta parte del cuerpo.
Ya se sabe que las emociones y sentimientos reprimidos no afectan solamente a nuestras vidas, también a nuestro cuerpo. El estrés, las preocupaciones o la ansiedad son tres factores que pueden acabar sobrecargando la espalda y causar enfermedades, como úlceras y gastritis.
La relación entre dolor de espalda y emociones se conoce hace tiempo. La acupuntura por ejemplo, relaciona los dolores de espalda con las emociones.
La columna vertebral no es sólo la responsable de proteger a nuestro sistema nervioso. Es también quien soporta todas las cargas físicas de nuestro cuerpo y como no, también las emocionales. Gracias a ella, el cerebro controla todos los movimientos, ya sean físicos, psíquicos o biológicos y recibe y envía mensajes a todo nuestro cuerpo.
DOLOR DE ESPALDA Y ESTRÉS
El estrés es una de las principales causas de sobrecargas en la espalda. El estrés afecta a nuestro estado físico y emocional, produciendo afecciones musculares, orgánicas e incluso mentales.
Un punto de referencia en nuestra espalda es la musculatura de la parte superior. Ésta nos indica como nos sentimos. Un cuello derecho, relajado y sin tensiones nos indica alegría y bienestar. En cambio un cuello inclinado hacia delante nos indica tristeza o malestar.
Cuando la musculatura de la espalda está rígida la circulación sanguínea es más lenta. Esto puede provocar que respiremos mal y en consecuencia que estemos más cansados, así como dolor de cabeza, molestias digestivas o vista cansada.
Nuestra actitud y pensamientos pueden determinar diferentes estados de dolor